30.10.19

Educación Inclusiva

¿QUÉ SE ENTIENDE POR EDUCACIÓN INCLUSIVA?
La educación inclusiva no tiene que ver solo con el acceso de los alumnos con discapacidad a las escuelas comunes sino con eliminar o minimizar barreras que limitan el aprendizaje y la participación de todo el alumnado:
Muchos estudiantes experimentan dificultades porque no se tienen en cuenta sus diferencias en los procesos de enseñanza-aprendizaje. Los diversos grupos sociales, etnias y culturas tienen normas, valores, creencias y comportamientos distintos, que generalmente no forman parte de la cultura escolar, lo que puede limitar sus posibilidades de aprendizaje y de participación, o conducir a la exclusión y discriminación. La oferta curricular, la gestión escolar, las estrategias de aprendizaje que se utilizan en el aula y las expectativas de los profesores, entre otros, son factores que pueden favorecer o dificultar el desarrollo y el aprendizaje de los alumnos y su participación en el proceso educativo. El mismo alumno puede tener dificultades en una escuela y no en otra, dependiendo de cómo se aborden en cada una las diferencias. Esto significa que si la escuela puede generar dificultades, también está en su mano poder evitarlas. La escuela tiene, por tanto, un papel fundamental para evitar que las diferencias de cualquier tipo se conviertan en desigualdades educativas y por esa vía en desigualdades sociales, produciéndose un círculo vicioso difícil de romper. Las escuelas inclusivas representan un marco favorable para asegurar equiparación de oportunidades y la plena participación, contribuyen a una educación más personalizada, fomentan la colaboración entre todos los miembros de la comunidad escolar y constituyen un paso esencial para avanzar hacia sociedades más inclusivas y democráticas.
VÍNCULO FAMILIA–ESCUELA: EDUCACIÓN INCLUSIVA
Aspectos claves (según UNESCO, 2004):
La participación de las familias y las comunidades es fundamental para asegurar una educación de calidad para todos. La educación no solo es un tema de los profesionales. Las familias y las comunidades tienen derecho a participar y pueden hacer variadas contribuciones. En especial, porque tienen un conocimiento de sus hijos que los profesionales no tienen. El desarrollo de la participación de la familia y la comunidad es un proceso paso a paso, que se basa en la confianza. Las familias y los grupos de la comunidad pueden asumir un liderazgo activo que favorezca una educación inclusiva. El derecho de la familia a participar puede incorporarse en la legislación o en el sistema local de administración escolar. Las escuelas pueden asumir el rol de recurso para la comunidad ofreciendo servicios o actuando como base para otros servicios

Escuela y Familia

Partiendo de los conceptos “Familia” y “Escuela” podemos decir que ambos están íntegramente relacionados y que si queremos lograr un ámbito pleno y de buena armonía para la educación del niño, entre estos es necesario tener en cuenta todas las fortalezas y debilidades para poder así cubrir todos esos espacios y necesidades.
Resulta necesario incentivar y fortalecer desde la institución educativa a este vínculo, para implicar a la familia y llevar a cabo un proceso de educación de calidad. Teniendo en cuenta el paradigma de la inclusión que propone escuelas a puertas abiertas y directivos y docentes y comunidad dispuestos a trabajar para crear y afianzar el sentimientos de pertenencia. Esto requiere de mucha planificación y sistematización para consolidar relaciones de confianza entre la familia, la escuela, los maestros y otros profesionales del sistema educativo.
Es necesario poner atención en el modo de comunicación, ya que esta es sumamente importante, y debe ser articulada entre las mismas.
Se debe propiciar los espacios y actividades que fomenten la actividad en conjunto entre nuestros actores principales de este tema, de modo que también sean flexibles las dinámicas y según las necesidades de cada contexto, grupo o situación, se generen instancias de anticipación, prevención e información, cuando las situaciones lo ameriten, estableciendo pautas claras para su realización.
LA RELACIÓN FAMILIA-ESCUELA Y SU REPERCUSIÓN EN LA AUTONOMÍA Y RESPONSABILIDAD DE LOS NIÑOS/AS
El primer y más importante agente socializador de los niños, es la familia. Con el paso del tiempo ha ido sufriendo una serie de modificaciones, tanto en su estructura como en sus funciones. Estos cambios que se han ido generando, ocasionados por una serie de factores producidos a lo largo de la historia y que analizamos en la presente aportación, han repercutido decisivamente no sólo a sus funciones sino también sobre otros, la escuela entre ellos encargados del proceso educativo de los pequeños. Por consiguiente, se hace necesario analizar la relación Familia-Escuela, en cuanto que son los dos grandes agentes socializadores responsables de la educación de los niños/as, prestando atención a las realidades en las que están inmersos, e intentando dar respuesta a las demandas que cada uno de ellos pueda presentar. Lo que no podemos olvidar es que ambas repercuten directamente en la capacidad autónoma y de responsabilidad de los niños y para que éstas se produzcan, se hace necesario que familia y escuela trabajen conjunta y cooperativamente.
La escuela y la familia son dos grandes pilares de los que disponen los niños y niñas para construirse como ciudadanos. Por tal motivo, ni la escuela por una parte ni tampoco la familia, pueden desempeñar dicha función de manera aislada y diferenciada la una de la otra.
A lo largo de la historia, la familia parecía tener una función clara, era la encargada de educar a sus hijos/as, y la escuela, tenía el cargo de formar en base a unos criterios preestablecidos, una serie de contenidos y conocimientos. Entre ambas, con misiones bien diferenciadas, pretendían formar a ciudadanos acorde a lo que la sociedad de esos tiempos consideraba como el perfil adecuado.
Se hace cada vez más notorio la necesidad de implicar a las familias en la vida de las instituciones educativas, no podemos olvidarnos de las responsabilidades que las familias tienen para con sus hijos/as y por tanto, obviarlas y llevar a cabo procesos educativos aislados a ellas.
Estas dos grandes instituciones educativas, son las responsables de que los futuros ciudadanos de nuestra sociedad, adquieran un perfil personal, donde la responsabilidad, autonomía y autocritica de sus acciones, sean los ejes que fundamenten su forma de ser y de comportarse.
Ahora, es conveniente hablar de la discontinuidad entre la escuela y la familia, puede volverse un factor negativo, ya que pueden dar lugar a que las experiencias y los valores que ambos reproduzcan, estén muy alejadas y provoquen contradicciones y controversias en los más pequeños. Es esencial que los diferentes entornos que rodean e influyen el desarrollo de los niños, sean lo más reales posibles. Estos contextos deben organizarse y estructurarse de manera que, en su funcionamiento sean un auténtico ambiente de desarrollo, puesto que por vivir en una familia, o asistir a la escuela, el desarrollo no se garantiza.
EL CONCEPTO DE FAMILIA Y SUS TRANSFORMACIONES
Muchos autores parecen estar de acuerdo en señalar que la familia es para el individúo un sistema de participación, donde están expuestos a una serie de exigencias, un contexto donde se generan, expresan y se identifican las emociones, un entorno donde se promueven las primeras relaciones sociales, en el que se adquieren los valores que sustentan las acciones de las personas. Tras una serie de estudios comparativos realizados por antropólogos, tales como: Morgan (1970), Engels (1977) o Hoeble y Weaver (1985), se han podido establecer tres formas o tipos de familias fundamentales:
*      Familia nuclear: Esta formada por el padre, madre y los hijos/as.
*      Familia extensa: Se componen de más de una familia nuclear y alberga más de dos generaciones; aquí estarían por ejemplo, las familias compuestas por los abuelos y tíos dentro de una familia nuclear.
*      Familia compuesta: Esta formada por la poligamia o matrimonio múltiple.

Actualmente contamos con familias “monoparentales”, ¿qué significa esto? surgen en los años setenta debido a cambios ideológicos y de valores, modificándose los roles dentro de la familia, la incorporación de la mujer al mundo laboral y la visión del matrimonio. Una familia “monoparental” es aquella donde la custodia del hijo/a es responsabilidad de un solo progenitor.
A esto hay que sumar la sociedad tan competitiva, consumista y capitalista en la que vivimos donde el tiempo de familia se ve reducido en gran medida debiendo emplear buena parte del día al trabajo para poder seguir el ritmo vertiginoso en el que estamos sumidos. Esta falta de tiempo, repercute directamente a la vida en familia dejándose de lado grandes de las funciones que anteriormente la familia desarrollaba. Dentro del campo de la Psicología hay tres condiciones básicas para la educación familiar de calidad (Chiu, 2004; Díaz-Aguado, 2006):
*      Un afecto incondicional, que les de seguridad sin protegerles en exceso.
*      Un cuidado atento, adecuado a las necesidades de seguridad y autonomía que viven con la edad.
*      Y una disciplina consistente, sin caer en el autoritarismo ni en la negligencia, que les ayude a respetar ciertos límites y aprender a controlar su propia conducta.
RELACIÓN FAMILIA-ESCUELA
Aquí es donde situamos la responsabilidad por parte de las familias a la hora de elegir la institución educativa en la cual desean matricular a sus hijos/as. Determinando si el Proyecto Educativo Institucional se acerca más o menos a sus intereses y forma de concebir la vida. Pero no es esa la única función que las familias deben desempeñar dentro de las escuelas. Se vislumbra la necesidad de que la participación de las familias dentro del contexto escolar sea una realidad y para ello es primordial que se produzca una comunicación entre ambos. Pero para poder dar con este clima de comunicación y cooperación, es imprescindible que se generen espacios, momentos y vías de encuentro.
DISCAPACIDAD INTELECTUAL
La Discapacidad Intelectual puede deberse a causas congénitas (prenatales, asociadas a cuestiones genéticas, endócrinas, metabólicas, infecciosas o traumatismos intrauterinos), perinatales (hipoxias, ingestas infecciosas, traumatismos craneales) o pos – natales (enfermedades infecciosas como meningitis, traumatismos craneales, etc., ocurridas durante etapas iniciales de desarrollo). Las personas con DI muestran una gran variedad en la evolución de las distintas áreas de desarrollo, presentan características diferentes, aunque algunas puedan ser comunes, y pueden alcanzar aprendizajes muy diversos.
CARACTERÍSTICAS EN LAS ÁREAS DE DESARROLLO
A continuación, se detallan las características más frecuentes en las distintas áreas de desarrollo, aunque pueden tener gran variabilidad en cada alumno:
Área psicomotora: Respecto de la coordinación dinámica general: torpeza y debilidad motora, deficiente coordinación motora e inestabilidad motriz. Una motricidad fina caracterizada por una débil coordinación manual, prensión y manejo de los objetos, deficiente control segmentario. Los movimientos de las piernas se caracterizan por la hipotonía y la falta de coordinación.
Área cognitiva: Según Fierro (1990), los alumnos con DI se caracterizan por deficiencias en el funcionamiento cognitivo que supone: Deficiencias en la meta cognición de los procesos intelectuales. Deficiencias en los procesos de control cognitivo. Limitaciones en la generalización. Limitaciones en el proceso mismo de aprender. Dificultades para dirigir su atención (para concentrarse en la tarea del momento). Dificultades para prestar atención selectiva (para reconocer señales, direcciones o tareas requeridas para una nueva actividad). Déficit en la generalización de lugares o formas de hacer algo (también llamado “transferencia de capacidades”).
Regulación emocional: Presentan ciertas dificultades en la regulación de impulsos. Puede haber reacciones desproporcionadas que aparecen normalmente ante una frustración o ante un estado de gran alegría. Pueden ser muy eufóricos. Dificultades en la adaptación a emociones de alta intensidad, en la medida en que pueden generarles confusión. Experimentan dificultades para percibir, reconocer y comprender las emociones que los demás exteriorizan a través de sus expresiones faciales.

Lengua de Señas Argentina

Las lenguas de señas son lenguas visuales y, por consiguiente, son las que utilizan y adquieren naturalmente los niños sordos. Es esta lengua la que les permite comunicarse libremente entre ellos, sin las barreras con las que se encuentran al tener que utilizar una lengua sonora. Estas lenguas se caracterizan por utilizar el espacio, el tiempo y el movimiento como estrategias lingüísticas, debido a que el canal por el que se perciben es el canal visual.
En la década del sesenta comenzó el estudio sistemático de las gramáticas de las diferentes lenguas de señas del mundo. Las características lingüísticas de las lenguas de señas han confirmado que estas poseen una complejidad comparable a cualquier otra lengua.
A diferencia de lo que sucede con sistemas o códigos que dependen y derivan de los idiomas orales (como el braille o el código Morse) o con sistemas facilitadores de la comunicación, como el sistema alternativo o aumentativo de comunicación (SAC), o la palabra complementada (el uso de señas que acompañan a la lengua oral), la lengua de señas argentina (LSA) es una lengua independiente del español, no sólo en cuanto a la conformación de sus “señas/palabras” sino también en relación con su estructura gramatical.
La LSA es el idioma viso-gestual de la comunidad sorda argentina. Encarna, como todo idioma, una construcción particular del mundo, una configuración única de categorías y conceptos, además de representar las costumbres y tradiciones de la comunidad.

Sistema Braille


¿Qué es?

El braille se percibe al tacto como pequeños relieves realizados sobre la superficie en la que se imprimen. El texto braille se explora deslizando suavemente los dedos de izquierda a derecha (la direccionalidad es igual a la de la lectura convencional) con una o con las dos manos, especialmente con los dedos índice. Estos aspectos varían de acuerdo con el grado de destreza lectora de cada persona. Los métodos tradicionales de alfabetización en braille proponen enseñarlo a través de una secuencia de palabras basadas solamente en las características del código. Las estrategias de intervención relacionadas con la lectura braille poseen características comunes con las estrategias dirigidas a la lectura en caracteres convencionales.

Posibles actividades...


v  Actividad Nº1: El cuerpo humano y la relación espacial.
Objetivo: Identificar las distintas partes del cuerpo humano y su relación espacial.
Reconocimiento de su cuerpo:  
ü  Identificar las distintas partes del cuerpo y su ubicación en el espacio.
ü  Mover a la orden un segmento del cuerpo.
ü  Tocar libremente una parte del cuerpo.
ü  Tocar con la mano indicada la parte ordenada.
ü  Indicar en un compañero de frente a él la lateralidad.
ü  Tocar partes de su cuerpo con lateralidad cruzada y otra relación espacial.

v  Actividad Nº2: Relaciones espaciales.
Objetivo: Identificar las distintas direcciones o puntos de referencias
Orientación Espacial sin desplazamiento:
ü  Llevar un segmento del cuerpo en una dirección dada.
ü  Llevar dos segmentos del cuerpo en distintas direcciones.
ü  Tomar distintas posiciones según órdenes.
ü  Identificar y señalar diferentes partes de objetos.
ü  Rodar o lanzar pelotas en la dirección ordenada.
ü  Encontrar objetos por la descripción de su ubicación.

v  Actividad Nº3: Las características del espacio dentro de las áreas de la comunidad lugares cerrado (casa, tienda, farmacia) que se va a realizar la actividad.
Objetivo: Identificar las características del espacio dentro de los locales y en áreas al aire libre que existe en la comunidad.
Concepto de espacio:
ü  Identificar espacio interior y área exterior.
ü  Conocer las distintas partes de los espacios interiores.
ü  Buscar en espacios interiores partes del mismo.
ü  Localizar objetos en espacios interiores.
ü  Conocer cómo encontrar la puerta y salir de locales interiores.



Comunicación y Lenguaje

Para introducirnos...

La sociedad ha ido cambiando a lo largo de los años, así también las formas de los individuos de comunicarse entre sí, ya sea verbalmente o no, por medios de gestos, señales, emociones. Para que exista una comunicación es necesario que estén presentes los siguientes elementos: un emisor, un mensaje, un receptor, código, canal, contexto y texto. Lo importante es que haya una intención comunicativa para empezar.
La comunicación posee determinadas funciones principales dentro de una comunidad: el control, la motivación, la expresión emocional y la información.
Sabiendo que la función fundamental del lenguaje es permitir comunicarse a los individuos entre sí y no solo se trasmite información de una manera objetiva, sino que también se transmiten órdenes, dudas, deseos y necesidades.
Tengamos presente que algunas comunicaciones están destinadas a transmitir a dos, o quizás a tres funciones del lenguaje simultáneamente.
Las funciones del lenguaje son transmitir la información de una manera directa o indirecta, transmitiendo desde luego nuestros deseos o necesidades.

La comunicación se ha ido convirtiendo en el mundo actual en un eje transversal de todos los campos del saber y, al mismo tiempo, en un campo específico que demanda, a su vez, visiones intra y transdisciplinares. Las nuevas tecnologías producen, en el mundo y en las sociedades, profundas mutaciones culturales que deben ser pensadas; inmensos cambios en la vida cotidiana, en las formas de convivir y en la forma de generar decisiones en toda la comunidad.

Bullying


26.8.19

Bienvenidos a esta aventura que es recorrer el mundo de la diversidad. Aquí se encontraran entradas relacionadas a fotos, información, documentos, entrevistas, material didáctico, etc. sobre personas con discapacidad.